INGREDIENTES
- 2 Pechugas de Pollo
- 100 gr Kikos
- 1 Huevo
- 50 gr Pan Rallado
- Aceite de Oliva
Coge una bolsa de unos 100 gr de kikos, y triturados con la ayuda de una procesadora, una túrmix, o un mortero.
Añádele 3 cucharadas soperas con colmo de pan rallado. Mézclalo y resérvalo.
Corta 2 pechugas de pollo en trozos de unos 3 o 4 centímetros, más o menos con la forma y tamaño de los nuggets que ya conoces.
Ahora bate un huevo en un plato hondo.
Mete los trozos de pechuga de pollo en el huevo para que se embadurnen bien.
Pon una sartén con aceite, y cuando esté caliente, ves rebozando los trozos de pechuga con la mezcla de kikos y pan rallado, y ponlos a freír hasta que tengan un color dorado.
Una vez dorados, sácalos y ponlos en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Consejo del GUERRERO: sírvelos con unos hilos de miel por encima, la mezcla del salado de los kikos con el dulce de la miel es brutal.